top of page
Search

Presentación Rimbombancias

  • Writer: PARTRES
    PARTRES
  • May 29, 2015
  • 3 min read

11081108_913657858676679_5575392483520230005_n.jpg

El viernes 29 de Mayo presentamos la obra titulada

Rimbombancias

de Israel Flores Bravo.

Aquí una reseña de Manuel Cruz acerca de la obra:


Sería tomar un camino equivocado la búsqueda de significados, el conteo de sílabas, el análisis de estructuras para ubicar parentescos, fedelidades, similitudes y otro tipo de relaciones. La escritura de Israel me gusta por tradicional, porque cumple fielmente con una de nuestras más añejas tradiciones, aquella que Octavio Paz llamó, la tradición de la ruptura. No repetir, ser diferente, aportar... Eso es lo que da dinamismo al movimiento cultural (por llamarlo de algún modo), incluso en los tiempos más difíciles. Me gusta la actitud que se percibe en la manera en que construye su trabajo. Si, hay una intención de comunidad, de comunicación, pero se separa de la manada para recordarse a sí mismo. Pide opiniones y consejos para luego desoírlos y para finalmente ceder, si le viene en gana. Conozco más o menos la historia de Rimbombancias y me asombra gratamente que este hoy publicado. La institución piensa en si si o si no, y en lo que dirán los demás escritores si lo publican, en quién decidirá si si o si no para poder lavar sus delicadas manos. La librería piensa en si se venderá o no se venderá, como si algún día lo pensaran distribuir. Me da gusto que Rimbombancias sea publicado por una editorial, si no independiente (término bastante extraño) si privada. Que asume un riesgo sin demasiadas pretensiones.

Encuentro en esta lectura la más natural creación. Sus textos son poemas, son construcciones, son palabras que sobre palabras se amontonan, se pegan, se enciman, se tejen, se sobreponen. La creación verdadera pone algo en dónde antes no había nada para luego volver a disiparse, porque eso es la creación, la conciencia de que a lo que se alcanza a dar existencia pronto se disipará, desaparecerá, dejará de existir, como los textos de todos los poetas y sus manos y esta mesa y estos logotipos y estas hojas y ustedes que están sentados ahí y nosotros que estamos sentados acá. Y así se escribe. Y las construcciones de Israel parecieran estar plenamente concientes de ello y asi se yerguen y se diluyen apenas después de su pronunciamiento.

No cualquiera escribe así. Como lectores, algunos nos cansamos de tanta pretensión, de tanto engolamiento de voz, como habría dicho el poeta Alcocer. Escritura autogenerada?, escritura automática?, un neo-hippie queretano? Poesía free? Todo es posible ahora, todos parecen saberlo, pero pocos lo aprovechan. Israel ejerce sus derechos de creación.

En estos poemas el lenguaje se estira, se amolda, se ajusta, se calza, pierde su solidez, su materialidad, su calidad inflable de objeto salvavidas en un mar de espejismos de solemnidad y de zozobra. Sus palabras surgen y desaparecen como cualquier burbuja, de esas burbujas que lograron evadir la pedante calidad de llamarse “pompas”, por ejemplo. Palabras escritas sobre la superficie destellante de un río.


Dicho de otra forma, lo que leemos no es el poema de ocasión, el poema a los adoquines y sus respectivas lozas de cantera, el poema para la beca o para poder mantener colgado el diploma de poeta. Tampoco su trabajo se aboca a mantener viva y masticando la máscara de “escritor”, de músico... Es creador cuando ejerce, en el momento mismo del trabajo, mientras la obra surge y suena. Creo que por eso la extención de sus poemas, de sus piezas, de los momentos en que les da su energía y los yergue. Porque, qué es la creación si no un instante que se yergue con nuestra intención?


El poema es construcción con palabras y la construcción de estos poemas tiene que ver con una figura presente y natural en la creación en general. La espiral nace y sobre sí se desarrolla, la espiral se amplia mientras relaciona consigo sonidos, significados, imágenes, sensaciones, memoria en un ámbito de espontaneidad controlada.


Quien espere que Rimbombancias se convierta en su libro de cabecera será decepcionado, Rimbombancias nunca será un clásico, no lo leerán los niños en su clase de literatura, ni siquiera los promotores de la lectura tan de moda lo leerán. Rimbombancias será leído como quien pedalea una bicicleta fija en el gimnasio: la experiencia durará mientras se realiza; sudarás y te latirá el corazón más rápido, pero no avanzarás ni un milímetro y al dejarlo en reposo, saldrás de su gimnasio mental directamente a la banqueta y el tráfico.


Desde hace tiempo prefiero no presentar libros. El ámbito en el que convivimos no es muy propicio para la crítica. Hipersensibilidad y mercadotecnia con vino blanco, engolamientos, identidades construidas... pero no siempre. Me gusta la poesía que asume riesgos y que al asumirlos no se siente algún tipo de súper héroe palabral. Sobre todo en estos tiempos de instituciones de cultura que no arriesgan y que se lavan las manos en páginas y páginas de elocuencia electoral.

 
 
 

Comments


bottom of page