Una mirada al paisaje artístico y cultural impreso en Querétaro
- PARTRES
- Feb 23, 2012
- 11 min read
Hace poquito más de un año EL PRESENTE se sumó a las opciones periodísticas
en Querétaro. Su hechura se fue fraguando en charlas de café. De ahí que sus
páginas culturales, en su origen mismo, carguen inexorablemente con algo de ese
espíritu reposado y parlanchín —pero también múltiple, atento y respetuoso—
que se extiende con los vapores de esta infusión. Nada mejor, entonces, para celebrar
nuestro primer aniversario, que convocar a algunos de los más importantes
editores de páginas culturales, literarias y artísticas de Querétaro. Como se hace
evidente en las líneas que siguen, su respuesta ha sido extraordinaria. Nuestro
agradecimiento inconmensurable a ellos. Y, desde luego, nuestro agradecimiento
perpetuo a usted, lector, por acompañarnos a lo largo de un año.
Dicen que en Querétaro leer está de moda. Y eso parece ser cierto desde hace ya varios ayeres. A simple vista nadie está [estamos] a salvo: suplementos y páginas culturales van y vienen, como si su permanencia fuera asunto de temporadas otoño-invierno, primavera-verano. De finales de los ochenta para acá han aparecido, desaparecido y permanecido (las menos) publicaciones impresas como Encuentro con la cultura, Bellas Artes en la UAQ, Academus, Lunar, Gatoperio, El Espectador, Lugar Común, Utopías, Voces, Marquesina, Libra Educativa, Nautilus, El Ruido de las Letras, Cuadernos de Cultura Sindical, Vuelta de Hoja, Aqropolis, Barroco, La Piragua, Divagaciones, Crótalo, Debarrocorazón, Vacío, El Arteducto [revista que disparatado personaje alguna vez pretendiera bautizar como Armándolo con la Cultura”], Entrever, Nuevos Tiempos, Flores del Mal, Panóptico, Extensión, Asomarte, Babel, Serendipia y Separata.
Los tiempos modernos han dado también alojamiento, en el ciberespacio, a sitios como Par-Tres: Biblioteca Digital de Escritores Queretanos, Revista Artentado, Diálogo Queretano y Desde el Asombro. Y hemos visto la permanencia de periódicos —más allá del Diario de Querétaro, Noticias, AM, El Corregidor y Plaza de Armas— como el Mensajero de la Sierra Gorda, Tribuna de Querétaro y Libertad de Palabra.
En Querétaro, sí, —se lo decía hace poco el librero Javier García Muñoz a la escritora regiomontana Norma Yamille Cuéllar— “leer está de moda”. Y qué bueno. Porque no toda moda es efímera. Siempre hay cosas, objetos, estilos, tendencias que permanecen. En cuanto a impresos, por ejemplo, ahí está Barroco, que desde hace más de siete años propuso y dirige Margarita Ladrón de Guevara.
Colaboradores entusiastas
Entregado cada domingo como parte del Diario de Querétaro, Barrroco, nos dice su editora, nació cuando en Querétaro había sólo tres periódicos, y ninguno con una sección cultural.
—Por ser el decano, Diario de Querétaro tenía una deuda con la comunidad artística, por no contar con periodismo cultural en sus páginas —recuerda Margarita Ladrón de Guevara—. Era también un momento en que la creación local empezaba a consolidarse y la oferta artística no tenía un espacio formal para difundir su trabajo, sus propuestas y sus ideas. Barroco nació entonces como ese espacio. No obstante, con el tiempo también fue generando un diálogo entre las distintas voces de la comunidad artística de todas las disciplinas. Así llegamos a ser no sólo un órgano de divulgación del arte, sino también de las investigaciones históricas, arqueológicas, etnográficas y sociológicas del estado.
Durante siete años y medio, luego de 390 número publicados, Barroco se ha mantenido, dice Ladrón de Guevara, gracias al entusiasmo de sus colaboradores, pues, afirma, siempre hay alguien que quiere que su trabajo se publique
o se difunda en sus páginas. Eso sí, reconoce que quizás lo que ha faltado es atraer más estudiantes de periodismo que deseen escribir sobre cultura.
—¿Hay suficientes publicaciones culturales en Querétaro para dar cuenta de las actividades artísticas, culturales, científicas y literarias de la capital y los municipios? —preguntamos a Margarita Ladrón de Guevara.
—Nunca serán suficientes —responde—, aunque creo que vamos avanzando: cuando Barroco nació, al poco tiempo AM empezó con una sección cultural; después surgió otro periódico, El Corregidor, con una sección cultural también. Ambas han desaparecido. La primera de ellas sólo duró un mes. Hasta hace poco, Plaza de Armas incluyó un suplemento cultural que tuvo una vida más larga: año y medio, pero ya lo cancelaron, lo cual lamento sinceramente.
Noticias tiene página cultural, pero aún no logro entender cuál es el criterio para ubicarla, pues a veces está en la sección de sociales, otras en la de espectáculos. AM ha recuperado, cada viernes, una plana cultural que está más hecha, que ha ido tomado forma, y al aparecer rigurosamente un día a la semana en el mismo sitio hace que el lector le tenga respeto. Con orgullo te confieso que ahí colabora un reportero que empezó a escribir conmigo en Barroco.
Desde luego, la difusión y promoción de la cultura, las artes y la ciencia no están circunscritos a lo que hagan o dejen de hacer los diarios. Con fortuna hay publicaciones semanales, quincenales, mensuales, bimestrales o que incluso aparecen cada que sus hacedores consiguen recursos, que dan cuenta de variadas manifestaciones que enriquecen el saber y la sensibilidad humanas. Entre ellas el boletín musical Dulcemelos (que editan los incansables Alejandra Barrientos y Héctor Larios), Babel, Panóptico (que dirige José Luis Durán y que cada quince días se distribuye como parte del semanario Tribuna de Querétaro), Vuelta de Hoja (publicación de Fomento Queretano para la Cultura), Asomarte (esa útil agenda mensual que imprimen la Secretaria de Turismo del Estado y el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes) y algunas otras cuyos fines son más comerciales, como Cinéfila.
En este paisaje de revistas culturales y científicas nos encontramos, desde agosto de 2008, con una que combina
con equilibrio, sensatez y calidad ambos aspectos: Serendipia. En el momento mismo en que comenzó a circular, nos dicen sus editores Julieta Isabel Espinosa Rentería y Jorge Arturo Alcántara Muñoz, sustentó su razón de ser en mostrar que la ciencia también es noticia, pero, sobre todo, en intentar ser un canal de vinculación entre los centros de investigación, las universidades y las empresas en beneficio del desarrollo científico y tecnológico de Querétaro.
—En ese entonces —comentan ambos en entrevista— Querétaro ocupaba el noveno lugar nacional en cantidad de instituciones y empresas dedicadas a la investigación científica y tecnológica, reflejado en los proyectos de los mil 425 investigadores con que contaba. Dichos proyectos compartían las mismas características de la noticia: proximidad, oportunidad, interés y novedad. De ahí la publicación. No obstante, con el tiempo Serendipia comenzó a imprimirse en un formato flip-book, concebido tras incorporar el análisis cultural en sus contenidos. Una apuesta que, según Espinosa Rentería (coordinadora de ciencia) y Alcántara Muñoz (coordinador de arte), respondió a la necesidad del estado por contar con un medio de comunicación que, desde una perspectiva académica, proporcionara una crítica sustentada y profesional sobre el acontecer artístico y cultural del estado, el país y el mundo.
—Aunque en Querétaro —afirman— existen en un número regular publicaciones que informan sobre el acontecer de los espectáculos culturales y artísticos sucedidos en el estado, contrasta la carencia de medios que hacen crítica académica y sustentada de las producciones culturales y artísticas. Por lo tanto, la suficiencia o insuficiencia de medios de comunicación en una región debería estar determinada más bien por la calidad de las
mismos y no por su cantidad. De ahí que en el quehacer cotidiano de Serendipia no sólo converjan arte y ciencia con “un punto de vista meramente académico soportado por la técnica periodística, en el que la profesionalidad y la congruencia de las áreas del conocimiento participantes permiten ofrecer un producto serio”, sino que también la calidad gráfica de la revista haya sido una constante desde su origen mismo.
—El objetivo es brindar a nuestros lectores un producto coleccionable que, en sus distintas facetas gráficas (tamaños, papeles, diseño), ha permitido diversificar la manera en que presentamos la publicación, sin menoscabo de su contenido, siempre, insistimos, del más alto nivel académico tanto de sus colaboradores como de sus entrevistados.
De mano en mano
Un impreso más de calidad incuestionable en forma y fondo es Separata, la revista “de pensamiento y ejercicio artístico” que dirige Federico de la Vega. Incluso para Margarita Ladrón de Guevara, editora de Barroco, Separata merece una mención aparte, pues es, según ella, “la única que se puede equiparar a cualquier revista cultural o literaria de México”. Lamentablemente, dice también, pocos la cono parte “del chiste de la revista”.
—Separata —nos dice Federico de la Vega— arrancó por el deseo de mostrar la obra que se genera en nuestros días y que uno considera valiosa. Sucede que comenzamos en marzo de 2009, porque desde hacía diez años no teníamos en la ciudad un espacio para dar a conocer la obra creativa de escritores. Pensé, entonces, en la posibilidad de abrir la propuesta también a las demás disciplinas artísticas. El proyecto maduró en la mesa de café con el poeta Miguel Aguilar Carrillo. Federico de la Vega también está al frente de un nuevo e interesante proyecto literario: El otoño recorre las islas. Pero tanto en éste como en Separata una de las dificultades principales
—además, claro, del financiamiento, como en casi toda publicación independiente y gratuita— es la distribución.
Separata se distribuye de mano en mano. Con una edición de mil ejemplares al mes, esta peculiar revista tiene
como uno de sus objetivos reivindicar el texto sobre la imagen, por lo que no contiene más que tipos y palabras. Son varios pliegos doble oficio con partituras musicales, obras pictóricas y textos (ensayo, poesía, cuento) metidos en un sobre que le sirve como portada. La manera de hacerla llegar a gente interesada en ella en el país y en el extranjero, es por correo postal. Separata comenzó a publicarse con el apoyo de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro. Pero apenas con un número impreso y distribuido y dos armados, hubo cambio de rector y se detuvo el proyecto. Luego, buscando la manera de seguir adelante, su director consiguió que la Fundación DRT adoptara el proyecto durante un año. También ha recibido el apoyo de instancias oficiales como el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del Conaculta, aunque en éste último caso debían incluir, a cambio, dos inserciones publicitarias por mes.
Mensajeros en la sierra
La vida cultural, artística y literaria de Querétaro no empieza y termina en la capital, aunque a veces así lo parezca según lo publicado por la mayor parte de los medios de comunicación. De entre los impresos queretanos, el Mensajero de la Sierra Gorda es el que da cuenta, como una vocación, como su razón de ser, de lo que sucede en diferentes municipios del estado (cubre 13 de los 18 que lo conforman).
—El Mensajero de la Sierra Gorda quiso ser, desde su concepción, un medio que, precisamente, fuera un mensajero de información en una región dispersa y atrasada —asegura Víctor Manuel Sánchez Bandala, su director y fundador—. El objetivo es ser un espacio confiable, cercano y libre donde todas las expresiones (partidos, personas, instituciones, grupos, etcétera) tengan oportunidad de opinar y participar en el quehacer diario de su entorno social. A casi 13 años de su aparición impresa y a cinco de haber creado su propia web a través de www.mensajeroqueretaro.com, el periódico puede ofrecer también un panorama de la tradición musical y literaria de Querétaro. En junio del 1999 comenzó a circular, en Jalpan de Serra, el Mensajero de la Sierra Gorda. La edición inicial fue de ocho páginas en blanco y negro, y cubría informativamente cuatro municipios de la zona norte de Querétaro: Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros y Pinal de Amoles. Hoy en día, con sus cuarenta páginas semanales —dentro de las que hay cabida para un suplemento cultural— el Mensajero de la Sierra Gorda refrenda, afirma su director, su compromiso de contribuir en el desarrollo sociocultural y político del medio rural queretano.
—Hemos aprendido —explica— a equilibrar el interés como empresa con el compromiso social. Para nosotros, el
periodismo que no encara con responsabilidad, compromiso y dignidad su labor profesional, pierde la oportunidad de aportar, contribuir y participar en el nuevo devenir del México que deseamos. Convencidos de ello seguimos trabajando a pesar incluso del fuerte bloqueo político y publicitario, en su momento, del gobierno estatal panista y su abierta cerrazón y manipulación mediática. Por otro lado, Víctor Manuel Sánchez Bandala tiene la certeza de que el suplemento cultural de el Mensajero de la Sierra Gorda surgió y nació como respuesta contradictoria al reclamo social que exigía más nota roja como principal condición “mercantil” para salir adelante.
Así, contra viento y marea, hemos demostrado que también el rescate de nuestras raíces, el destello de nuestros colores, aromas y formas, y el brillo de la literatura y la tradición sirven para salir adelante, sin tanto lodo y periodismo policiaco. En este sentido quiero destacar la invaluable colaboración de los colaboradores fijos del suplemento: don Reynaldo Mota Molina, prestigiado promotor cultural, el poeta migrante y serrano Héctor Moran Martínez y el finado Vicente Flora Morales, así como de Krisna Donaji Sánchez Rámirez, Diana Rubio Garay, Liliana Mota Huitrón y Ariadna Olmos Camacho.
—Víctor, ¿le parece que hay suficientes publicaciones culturales en Querétaro para dar cuenta de las actividades
artísticas, culturales, científicas y literarias de la capital y los municipios?
Definitivamente no, los espacios que existen son reducidos y muy marginales, tanto en su tiraje como en su distribución. Los medios de comunicación como EL PRESENTE, por ejemplo , son ejemplares desde el punto de vista del mercado que atienden, al salirse del tradicional “negocio periodístico” de la información general, política y policiaca. Por eso, desde nuestra perspectiva es importante resaltar y apoyar los proyectos editoriales que muestran los temas del arte, la tradición y la cultura, más allá de mediático “periodismo rosa”.
Escritores queretanos
Pero hoy, y desde hace tiempo, no todo el periodismo cultural viene en formato impreso. La Internet juega cada vez más, según parece, un papel trascendental. Así, en Querétaro hay revistas digitales que es imposible que pasen ya inadvertidas: Desde el Asombro, Diálogo Queretano, El Humo, Ciudad Q, Par-Tres: Biblioteca Digital de Escritores
Queretanos y Artentado son algunas de ellas.
Patricio Rebollar, quien está al frente de Par-Tres, dice que inició con la página http://par-tres.com por la sencilla razón de que no hay otra en su tipo: Entre el gremio de los escritores se han generado grupos que únicamente hacen proyectos interiores, ninguno que sume a todos, por lo que me di a la tarea de crear un sitio en el que todos los grupos estuviesen unidos, sin importar amistades o enemistades, tampoco géneros literarios. El único requisito es que seas un escritor radicado en Querétaro.
Par-Tres nació a mediados del año pasado con dinero, tiempo y esfuerzo del propio Rebollar. Hoy la página —que ya obtuvo un estímulo estatal— se mantiene independiente de su creador, en el sentido de que ya no es Par-Tres de Patricio Rebollar, sino que se ha convertido en Par-Tres:Biblioteca Digital de Escritores Queretanos, con aproximadamente 35 autores y sumando, en promedio, uno cada dos semanas. El sitio suele tener visitantes virtuales no sólo locales, sino de distintos lugares de México, así como de Venezuela, Perú, Colombia y Estados Unidos, principalmente.
El año pasado incluso se publicó un libro impreso intitulado Par-Tres: antología 2011, con la participación de 6 escritores y 10 cuentos que abordan problemáticas sociales de Querétaro.
¿Qué ha sido lo más complicado en este tiempo: conseguir los textos, conseguir la voluntad y el permiso de los autores, el diseño...?
—La voluntad de los escritores. No muchos están tan de acuerdo con la idea e, incluso, hay quienes generan polémica, envidia o atacan la labor. Por lo tanto, a veces es difícil convencer a los autores de que envíen sus textos. Por otro lado, creo que así como tenemos suficientes publicaciones, también en algunos casos sólo se da a conocer el trabajo de los amigos o de las actividades culturales de estos. Sería bueno que las publicaciones nos veamos menos como competencia o enemigos, y más como grupos a los que nos une un lazo común y fuerte: difundir lo que amamos; es decir, el arte.
Otra revista digital es Artentado (www.revistaartentado.com), un proyecto que encabeza Luis Hurtado y que, aunque en un principio estuvo alentado por el fervor musical (rock principalmente), ahora abarca diferentes manifestaciones del arte y la cultura. El nombre del proyecto, dice Luis Hurtado en entrevista, surge del contexto político y social mexicano, en donde se atenta contra la vida del prójimo como parte de una guerra sostenida desde 2006. Sin embargo, agrega, más tarde y leyendo a los pensadores de la Escuela de Frankfurt, todos los que hacen la página se dieron cuenta de que también es un tentar al arte para cambiar las formas del mundo.
—La página acaba de cumplir, como en el caso de EL PRESENTE, un año —señala, finalmente, Luis Hurtado—.
Y una de nuestras principales satisfacciones es, sin duda, la de tener lectores. Digo, eso ya es ganancia en los tiempos actuales, donde leer 140 caracteres ya es un exceso. Por eso creo que algo que nos falta es sacar Artentado en forma impresa y gratuita, para que nos lean aquellos que no tienen acceso a Internet.
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