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Viejos tiempos.

 

 

La imagen que traduce tu presencia

encuentra una ventana custodiada por

el óxido:

la forma de tu cuerpo

                                    que inicia en el lustro de mi vida

persiste con fuerza en la apertura

                                    sin fatiga

 

Los silencios que infiltran los sonidos

se adhieren a mis huesos

                                    los perforan

se afianzan (en los rincones)

y estallan como lluvia en los cristales

 

regreso de mi sueño

                                    no te veo

y las nubes engañan a nuestros ojos

decimos agua,  se respira seco

olemos tierra y es viento

 

me asemejo a la duda hermafrodita e

invoco los dones de Tiresias

que alumbran la forma

                                    los colores

 

Alguna vez me contaron que dios dijo

“hágase la luz”

                  y  ahora tenemos una sombra en el costado

 

 

la luz que conocen no es la luz

 

                                    las nubes y las ruinas parecen blancas,

 

 

de nada nos sirve la conmoción de la retina

si se evoca un pasado no escrito en nuestra historia

 

el tiempo crea espacios no vividos

y alberga la imagen de un padre

                                             sin ritmo

que a punto de tirar la fuerza por la escalera

exhala un aliento viejo

porque todo es viejo

                                    y otra vez viejo

 

regreso al camino con mis pasos en los surcos de la lluvia

 

 

 

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