Tanos Jr. & Tanos Sr.
En caso de que Tanos Jr. hubiera leído el ensayo “El prestigio de haber sido”, no estaría muerto. Hace tiempo leí una nota en Facebook; decía: “Si lees se nota si no, también”. Al pie de la nota se encontraba un comentario tímido: “¿Es una alusión personal?”. El comentario quedó en el limbo de la información. La autora de la nota no contestó. Después de publicar pensaría en otro, y otro después, hasta que el comentario de Tanos Jr. quedó sepultado en las publicaciones más antiguas.
Decía que en caso de que Tanos Jr. hubiera leído mi ensayo “El prestigio de haber sido”, no estaría muerto. Para ser más preciso, no hubiese tenido el valor de jalar el jatillo de la pistola de su padre, pero existían dos circunstancias. Que yo todavía no escribía el ensayo, lo escribiría diez años después de su muerte y de que el comentario de Tanos Jr. se perdió en las tres mil seiscientas notas de la autora. Cuando se cobre por el uso de las redes sociales, la autora buscará otra forma de publicar sus comentarios. Lo más seguro es que cada día mande un correo masivo con sus reflexiones. Diez años después del suicidio de Tanos Jr, volverá a escribir. “Si lees se nota si no, también”. El eslogan del reality show donde Tanos Jr. se encuentra en este momento, cuando ya publiqué “El prestigio de haber sido”. El tema del reality es: “Joven limpio busca hombre maduro para relación discreta”.
—Que pase el muerto —grita la animadora. La gente aplaude con rabia. El muerto está nervioso. Es el primer reality donde un muerto va a convivir con vivos. Después del show lo encerraran en una casa de campo junto a otros cuatro muertos y cinco vivos.
Me llaman al escenario. Antes del programa leí varias veces mi ensayo. Debo explicar que al morir, lo único que queda es el prestigio de haber sido; bueno o malo. El productor me advirtió que el tiempo de televisión es muy caro y que sea concreto. Mis comentarios deben ser letales para dar paso al primer muerto. Tomo el escrito y me acerco donde se encuentra la animadora. Debo sentarme en la última silla del lado izquierdo del escenario, dos muertos se sentaran a la izquierda de la locutora y dos a la derecha. El olor a cadáver es muy intenso aunque el estudio se encuentra invadido de humo de copal y varas de incienso en el estrado. En este momento el floor manager ordena paso a comerciales, el público murmura en espera de que inicie el espectáculo. Las edecanes están preparadas con letreros que dicen: “Gritos y aplausos”. Tomo asiento, a un lado se encuentran los muertos en una jaula dividida en cinco secciones para dar paso a cada muerto cuando sea el momento preciso de la transmisión. Varios encapuchados abren la jaula y toman al muerto de los brazos, pues desde la mañana ha tratado de escapar. Le doy una última leída a mi ensayo antes de que den la indicación de inicio de programa con una señal luminosa que advierte: “Gritos y aplausos cuando se indique”.
Cinco, tres, dos, uno. Los encapuchados arrastran al muerto a una silla. El público no hace caso de las instrucciones, guardan un silencio absoluto, casi se puede oír el humo del incienso.
—No estoy muerto — se oye un grito.
—Cállese el hocico, usted está muerto y hablará hasta que yo le indique y Gabriel Vega Real, el escritor, nos explique la teoría del prestigio de haber sido.
—No estoy muerto — se oye otro grito. Es Tanos Sr., el padre Tanos Jr.
—Usted cállese. Este es un programa de muertos, los vivos y los que creen estar vivos no pueden hablar. —Que hable el escritor.
—Al morir lo único que queda es el recuerdo de, si fuimos guapos, inteligentes o ricos, quien no tiene nada, será un muerto sin historia...
El público se ha convertido en una turba. Tanos Sr. Baja al escenario para golpear a Tanos Jr. El cuadro es sensacional. Golpea despiadadamente al muerto.
—Que hable el que cree estar vivo —después de los golpes y de que lo sometieron los encapuchados, el que cree estar vivo toma la palabra. No pude leer mi ensayo.
—Este desgraciado me robó la pistola para darse un balazo.
—Cállese, usted también está muerto. Que corra el video de cuando Tanos Jr. le dio el balazo en la cabeza a Tanos Sr. Lo asesinó varias horas después de que leyó el anuncio “Hombre maduro busca joven limpio para relación discreta”.
En caso de que Tanos Jr. hubiese leído mi ensayo hace diez años, no se hubiera suicidado ni matado a su padre. Pero aún no lo había escrito, lo pensé diez años después de la muerte de ambos porque el ensayo está basado en este programa de televisión.
Llego a mi casa. Las personas de seguridad me escoltaron a la calle. En el set se escuchan gritos. Enciendo la computadora, abro Facebook y leo la nota:
“Si lees se nota si no, también” La autora.
“¿Es una alusión personal? Tanos Jr.
A esta hora ya están los muertos en la casa de campo conviviendo con los vivos. Apago la computadora y enciendo la televisión. Tanos Jr., patea sin consideración a Tanos Sr. Los cinco vivos tratan de separarlos, pero los otros tres muertos se los impiden. El programa “Joven limpio busca hombre maduro para relación discreta” es sensacional.
Aclaración, la autora publicó en Facebook debido a que todavía no cobran por su servicio, cobrarán diez años después. Por lo pronto sigue escribiendo una nota cada día.