top of page

Los pitufos no nos dejan besarnos.

 

 

Elaborado, no por mí, sino por todos los alumnos de Literatura II del 401.
A todos ellos, mi agradecimiento por todas esas clases que -con todo y todo- han sido maravillosas.

 

 
Los pitufos no nos dejan besarnos.
Barbudo, en la esquina, este Papá Pitufo vigila
que mis manos se encuentren en lugar visible:
la mano derecha bien parada en su sitio adecuado...
y justo al momento del calor supremo,
justo cuando íbamos a perdernos
(en cualquier parque, en el coche,
en "lo oscurito")
llegan los pitufos y es siempre lo mismo:
una identificación, por favor,
van a tener que acompañarnos...
pero nada que una mordida no solucione
(nomás pa´los "chescos")...
 
Lo que más coraje da de esos pitufos
es que jamás dejan terminar,
aquello que comenzamos.





 

 

Volver a Eloy Caloca Lafont

 

 

 

bottom of page