Frente a mí
Frente a mí esa piel que deshoja el insomnio
Que insinúa y traza la geografía descompuesta de los parques
Y tiende sobre mi cuerpo la sábana que es el mundo
Cuando el pensamiento es sólo migración de insectos en una esfera más blanca
Teje mi espalda
Con las estaciones
Y el ópalo
De tus manos
Ante mí tu piel derrumbe de lunas
Que tatúa el vuelo del unicornio con la transparencia de una sombra
Y envuelve mis labios perdidos en las redes de un beso
Cuando las nubes dementes envejecen en la noche
Hilvana mis senos
Con el sonido del colibrí
Y la caída solitaria
De tu boca
Sobre mi esta piel que hunde catedrales
Que rescata el naufragio de la ausencia con su fuego negro
Y amarra los gemidos en las fronteras de mis huesos
Cuando el espejismo sea sólo condena y sueño
Ata mi sexo
Con lava blanca
Y la travesía desgarrada
De tus palabras
Dentro de mí tu piel laberinto de signos
Que penetra con íntimo rapto el último resplandor
Y cicatriza el monólogo alucinado de la lluvia
Cuando para siempre sonámbula me encadeno a tu desnudez
Del poemario Génesis de la Piedra (sin publicar,
primera mención en el concurso Nicolás Guillén)