top of page
De un tajo.
La poesía se agolpa en el alma
como la ola encaramada,
como un grito inmenso
que rompe las palabras
y divide en dos mi estar de cada hora.
La poesía de adentro
la del silencio que rehace nombres y apellidos,
los grandes poetas nunca mueren,
pues se escuchan en la bóveda
de su propia historia,
en el campanario irónico del amanecer,
noche y día confunden sus cuerpos
para intentar multiplicarse;
ahí viene otra vez la ola,
regresa a darme su luz entre las sienes,
un torrencial que inunda mi casa de palabras
que se resisten a los pliegues de su muerte.
(de Infancia la memoria)
Volver a Ulises Avendaño
bottom of page