Cinco poemas del Cíclope
(Fragmento)
I
Para decir adiós a mi ojo,
Perla de rojo mar,
Es necesario recordar las tardes en llamas
Y la muerte del sediento a orillas de la playa..
Para decir adiós a esta hormiga africana,
A mi pupila de faro o de cerillo,
Es necesario recordar la soledad oceánica
Y las luces prendidas de un barco
A mitad de la noche dormida.
II
Con esta costra de sol pegada a mi ojo,
Con esta lagaña incandescente
Hecha tarde o braza o ceniza de cigarro,
Con esta linterna de sangre,
Con mi parpadeo de semáforo en rojo
En medio de la noche desierta;
Veo circular el calcio de tus huesos,
Veo el traje que llevas puesto en el espíritu,
Veo un abismo de palabras al borde de tu lengua.
III
Verifico.
Examino a simple vista
Microscópica jauría
De células flotando
La frontera de tu carne.
Escarbo.
Escaneo tu hueso carcomido
Por jóvenes inviernos
Con mi lupa enrojecida.
Capturo.
Retrato tu alma de eléctricos pixeles
Con el diafragma y el flashazo
Incrustados en mi ojo de luciérnaga.
Y como Tiresias adivino tu destino
y veo tu corazón radiografiado
en la pantalla deslumbrante de tu pecho.
*Publicado en La Charola (2011).
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