Aqua.
no es el océano de tus ojos grises
esa llama que buscó trinchera detrás de mis palabras
no es la luna del idiota
el mar
su cólera encendida
su bravura de toro
de cuerpo ensangrentado
es solamente flujo
no te preocupes amada
sé que estos días te son ardua bandera
No conozco la vida fuera de mi cuarto estrecho
No sé lo que son las palabras y su fruto inocente
Aunque las uso todo el tiempo
Y sé que los poemas son vertederos de luz
Constelaciones
Estrellas moribundas que me caen en las manos
Pero yo no sé qué hacer con tanto fuego blanco
Sólo sé que una palabra equivocada
Podría aplastarme igual que una bomba
De hormigas estrambóticas
Y para qué seguir
El tedio confirma lo que hierve en la sangre
Todo poeta es una carta con sello inviolable
Nada más elocuente que unos ojos muertos
Nada como la muerte
Nada. Nada. Nada.
Volver a Osvaldo Fernández